Los determinantes sociales de la salud son las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud. Esas circunstancias son el resultado de la distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial, nacional y local, que depende a su vez de las políticas adoptadas.
Los determinantes sociales de la salud explican la mayor parte de las inequidades sanitarias, esto es, de las diferencias injustas y evitables observadas en y entre los países en lo que respecta a la situación sanitaria.
En respuesta a la creciente preocupación suscitada por esas inequidades persistentes y cada vez mayores, la Organización Mundial de la Salud estableció desde el 2005 una comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud para asesorar en el cómo mitigarlas y propone tres recomendaciones generales:
Mejorar las condiciones de vida cotidianas
Equidad desde pequeños
A escala mundial, no menos de 200 millones de niños no se desarrollan plenamente. Ello tiene enormes consecuencias para su salud y para la sociedad en su conjunto. Invertir en los primeros años de vida es una de las medidas que con más probabilidad permitiría reducir las inequidades sanitarias.
La Comisión pide:
- Que se establezca un mecanismo interinstitucional que garantice la coherencia de las políticas para el desarrollo de la primera infancia.
- Que se disponga de un paquete integral de programas de calidad para todos los niños, las madres y los dispensadores de atención.
- Que se ofrezca una enseñanza primaria y secundaria obligatoria de calidad a todos los niños.
Entornos salubres para una población sana
El lugar donde vivimos afecta a nuestra salud y a nuestra posibilidad de tener una vida próspera. Las condiciones de vida de la población inciden de forma importante en la equidad sanitaria. El acceso a una vivienda de calidad, a agua salubre y a servicios de saneamiento es un derecho de todo ser humano.
La Comisión pide:
- Que mejore la disponibilidad y la asequibilidad de vivienda, priorizando el abastecimiento de agua, electricidad y el saneamiento.
- Que se promuevan las conductas sanas según criterios de equidad, en particular la actividad física, alentando una alimentación sana y la disminución de la violencia y los delitos mediante una ordenación adecuada del medio y la aplicación de controles reguladores, por ejemplo limitando el número de establecimientos de venta de alcohol.
- Que se invierta de forma sostenida en el desarrollo rural.
- Que las respuestas económicas y sociales al cambio climático y otros tipos de degradación medioambiental tengan en cuenta la equidad sanitaria.
Prácticas justas en materia de empleo y trabajo digno
El empleo y las condiciones de trabajo tienen efectos importantes en la equidad sanitaria. Cuando son buenos aportan seguridad financiera, posición social, desarrollo personal, relaciones sociales y autoestima, y protegen contra los trastornos físicos y psicosociales.
La Comisión pide:
- Que el pleno empleo y el trabajo digno sean objetivos centrales de las políticas sociales y económicas nacionales e internacionales.
- Que se formulen políticas económicas y sociales que aseguren a los hombres y las mujeres de empleos de calidad suficientemente remunerados, que tengan en cuenta el costo real y actual de una vida sana.
- Que todos los trabajadores estén protegidos por normas y políticas laborales básicas internacionales.
- Que mejoren las condiciones laborales de todos los trabajadores.
Protección social a lo largo de la vida
Todo el mundo necesita protección social a lo largo de la vida: en la infancia, durante la vida laboral, y en la vejez. Esa protección también es necesaria en determinadas circunstancias inesperadas, como en caso de enfermedad, discapacidad y pérdida de ingresos o del trabajo. Cuatro de cada cinco personas en el mundo carece de la protección básica que proporciona la seguridad social. Extender la protección social a toda la población, en los países y en el mundo, constituirá un paso decisivo para alcanzar la equidad sanitaria en una generación.
La Comisión pide:
- Que se establezcan políticas integrales de protección social y se refuercen las existentes.
- Que se vele por que los sistemas de protección social incluyan a quienes están en situación de precariedad laboral, en particular quienes trabajan en el sector no estructurado, el servicio doméstico o la asistencia a otras personas.
Atención de salud universal
El acceso y la utilización de los servicios de salud son esenciales para gozar de buena salud y alcanzar la equidad sanitaria. Sin atención sanitaria, muchas de las oportunidades para mejorar radicalmente el estado de salud desaparecerán. Cada año, más de 100 millones de personas se ven abocadas a la pobreza debido a que han de hacer frente a gastos sanitarios de consecuencias catastróficas para sus familias.
La Comisión pide:
Que se disponga de sistemas de atención de salud basados en los principios de equidad, prevención de la morbilidad y promoción de la salud con cobertura universal, centrados en la atención primaria de salud, independientemente de la capacidad de pago.
Organización Mundial de la Salud