- Estas fechas son grandes oportunidades para despertar conciencia acerca de las muchas necesidades de salud que la población mexicana acarrea como necesidades “no sentidas”.
- En nuestra cultura latinoamericana es la mujer quien vela por la salud de hijos, pareja, papás, suegros y hasta familiares indirectos, la de todos, menos la de ella misma.
- Con la misma responsabilidad y puntualidad con que acudimos cada año a pagar impuestos y revalidar la tarjeta de circulación y el seguro de nuestro auto, una vez al año es prudente conocer el estado de nuestro metabolismo.
Si bien no es necesario celebrar el Día Internacional de la Mujer el 08 de marzo, el Día de las Madres el 10 de mayo o el Mes de Lucha Contra el Cáncer de la Mujer durante octubre para cuidar la salud de las mujeres de todas las edades, estas fechas son grandes oportunidades para despertar conciencia acerca de las muchas necesidades de salud que la población mexicana acarrea como necesidades “no sentidas”, es decir, aquellas que no se manifiestan en el día a día, aquellas que no provocan dolor, depresión, incapacidad, pero que sí provocan una disminución en la calidad de vida e incluso la muerte.
Temas en salud sexual y reproductiva como la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno de cáncer del cuello del útero (cáncer cérvicouterino), cáncer de mama, climaterio y menopausia, enfermedades metabólicas, infecciones de transmisión sexual (ITS) y necesidades en planificación familiar como la elección de un método anticonceptivo, quedan olvidados el resto del año y sólo resurgen en marzo, mayo y octubre, cuando debieran estar presentes en todo momento. Porque la realidad es que si las mujeres no cuidan su salud, nadie lo hará por ellas; en nuestra cultura latinoamericana es la mujer quien vela por la salud de hijos, pareja, papás, suegros y hasta familiares indirectos, la de todos, menos la de ella misma.
Por esta razón, lo único que se requiere es convertir esas necesidades “no sentidas” en necesidades “sentidas”, informando a las mujeres acerca de los servicios de salud que debieran y podrían estar recibiendo a través de las instituciones públicas y privadas, lucrativas o no lucrativas. El Día Internacional de la Mujer es la primera gran oportunidad del año para insistir en este tema.
Con la misma responsabilidad y puntualidad con que acudimos cada año a pagar impuestos y revalidar la tarjeta de circulación y el seguro de nuestro auto, una vez al año es prudente conocer el estado de nuestro metabolismo y la posibilidad de padecer algunas enfermedades que pueden ser tratadas a tiempo y evitarse complicaciones potencialmente mortales.
Para una mujer de 25 años o más, es recomendable practicarse una vez al año una biometría hemática, un examen general de orina y un perfil metabólico de 30 elementos (popularmente conocido como “SMAC 30”), para descartar enfermedades como: anemia, diabetes, colesterol y/o triglicéridos elevados, enfermedades del riñón, del hígado y hasta del corazón, además de visitar a su médica general o ginecóloga para realizar la toma de muestra para Papanicolaou, sobre todo si ha dado inicio a su vida sexual, para diagnosticar tempranamente una lesión sugestiva de cáncer cérvicouterino.
Para una mujer de 35 años o más, además de las recomendaciones anteriores, es estratégico agregar la prueba para la detección del Virus del Papiloma Humano (VPH) (formalmente conocida como “captura de híbridos”), ya que este virus es el principal agente causal del cáncer cérvicouterino. En caso de contar con antecedentes de cáncer de mama en familiares directos, también es prudente realizar un ultrasonido mamario a criterio del médico tratante, además de la exploración clínica de mamas que tradicionalmente se realiza en el consultorio cuando se toma la muestra para Papanicolaou.
Para una mujer de 40 años o más, una edad que no debe considerarse el ocaso de la plenitud sexual, es recomendable, además de todo lo anterior, realizarse una mamografía y una densitometría ósea cada año (cada dos años, según el criterio médico) para descartar cáncer de mama y osteopenia u osteoporosis (la pérdida de los minerales y la fortaleza de los huesos). En algunas mujeres, la década de los cuarenta es el tiempo en que se manifiesta el climaterio, es decir, el conjunto de síntomas que anteceden a la interrupción de la menstruación, la menopausia, que pueden ir desde resequedad en los ojos, la boca, la piel y la vagina, hasta bochornos, palpitaciones, sudores nocturnos y depresión severa. Es importante dar a conocer que un cuestionario especializado y medidas básicas de apoyo a la mujer pueden ser suficientes para detectar esta etapa de la vida y hacer una intervención que permita mantener la calidad de vida y la plenitud sexual de cualquier paciente.
Y aunque pudiera parecer que todas estas medidas están orientadas a mujeres adultas, hay una medida de prevención del cáncer cérvicouterino que es aplicable y recomendable a cualquier mujer de 9 años o más: la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH). Como se mencionó, el VPH es el principal agente causal del cáncer cérvicouterino. Se encuentra de manera natural en la piel, particularmente en el pene, razón por la cual las mujeres entran en contacto con el virus al realizar prácticas sexuales sin método de barrera (condón masculino o condón femenino).
La recomendación de vacunar a toda mujer de 9 años o más se explica con 3 razones: 1) a los 9 años, el sistema inmunológico (de defensa) es lo suficientemente maduro para generar defensas contra el virus; 2) se parte de la idea de que a los 9 años, la mujer no ha dado inicio a su vida sexual y, por ende, no ha entrado en contacto con el virus; y 3) no importa si la mujer ya ha tenido contacto con el virus, estudios recientes han demostrado que contar con la vacuna reduce el grado de agresividad del cáncer, aun en mujeres que, por diversos factores de riesgo adicionales, llegan a desarrollarlo. Por lo tanto, no importa si una mujer tiene 9 o 99 años, la vacuna contra el VPH es una medida preventiva sumamente relevante. El esquema consiste en una primera dosis el “día cero”, una segunda dosis a un mes del “día cero” y una tercera dosis a seis meses del “día cero”.
En resumen, toda mujer de 9 años o más debe tener su propia agenda de salud y registrar sus responsabilidades anuales de acuerdo con su etapa de vida: vacuna contra VPH, Papanicolaou, exploración clínica de mamas, prueba de VPH, mamografía, densitometría, cuestionario de climaterio y menopausia, así como plantear sus necesidades en prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS) y elección de un método anticonceptivo.
A este respecto, hay que diferenciar la protección contra ITS de la prevención de un embarazo no planeado. Los únicos métodos anticonceptivos que ofrecen protección contra ambos casos con un alto índice de efectividad son los condones masculinos (tradicionales y más conocidos) y los condones femeninos (también métodos de barrera hechos de látex, muy recomendables).
Exclusivamente en el ámbito de la prevención del embarazo no planeado, sobre todo en adolescentes, mujeres con enfermedades metabólicas en descontrol y mayores de 40 años, los métodos anticonceptivos van desde el condón masculino y el condón femenino (de barrera, desechables), hasta los hormonales orales (pastillas), los hormonales inyectables (inyección), los parches hormonales (parche), el Dispositivo Intrauterino (DIU) sin hormonas (T de cobre), el Dispositivo Intrauterino medicado con hormonas (DIU medicado) (comercialmente conocido como Mirena) y el implante hormonal subdérmico (comercialmente conocido como Implanon), todos estos temporales, hasta la salpingoclasia (ligadura de trompas), que es un método definitivo y prácticamente irreversible.
Cada uno de estos métodos anticonceptivos tiene una vida media útil variable, siendo el DIU no medicado, el DIU medicado y el implante subdérmico las mejores opciones para una mujer que tenga deseos de embarazarse en un futuro mediato pero no inmediatamente, ya que tienen un efecto promedio de 3 años, lo cual brinda mayor comodidad por no tener que preocuparse por tomar una pastilla a diario o inyectarse o colocarse un parche a cada cierto tiempo. Y por supuesto, la salpingoclasia es la mejor elección para una mujer que ya no desee embarazarse, ya que tiene un efecto para toda la vida.
Por supuesto, toda elección de un método de protección contra ITS y prevención de un embarazo no planeado debe adecuarse a las necesidades, el contexto y los antecedentes de cada paciente, siempre acompañada de la experiencia y el consejo de un profesional de la salud.
No me queda más que insistir en la necesidad de considerar a la salud dentro de las actividades prioritarias del año y poner a su disposición los servicios accesibles, de calidad y con calidez, del Centro Médico Pro Salud y la Clínica Pro Salud Plaza Las Fuentes, ubicados estratégicamente en las zonas Centro y Este de Tijuana.
*Pro Salud es una asociación civil sin fines de lucro que brinda servicios de salud de calidad y con calidez, a costos accesibles, a través del Centro Médico Pro Salud y la Clínica Pro Salud Plaza Las Fuentes. Para mayor información y citas, llamar al (664) 607 1682 para Centro Médico o al (664) 970 4554 para Clínica. También puede visitar el sitio web “www.pro-salud.org” o comunicarse a través de Facebook buscando “Centro Médico Pro Salud” o “Clínica Pro Salud Plaza Las Fuentes”.
Recomendaciones anuales de salud para la mujer | |||
9 años o más | 25 años o más | 35 años o más | 40 años o más |
Vacuna contra VPH | Vacuna contra VPHPerfil metabólicoPapanicolaouExploración de mamasProtección contra ITSMétodo anticonceptivo | Vacuna contra VPHPerfil metabólicoPapanicolaouExploración de mamasProtección contra ITSMétodo anticonceptivoPrueba de VPH | Vacuna contra VPHPerfil metabólicoPapanicolaouExploración de mamasProtección contra ITSMétodo anticonceptivoPrueba de VPHMamografíaDensitometría ósea |
Métodos anticonceptivos | ||||
Temporales | Definitivos | |||
Uso único | 1 mes | 3 años | 5 años | |
Condón masculino* | Pastillas | DIU medicado | DIU no medicado | Salpingoclasia |
Condón femenino* | Parche | Implante subdérmico | Vasectomía (en el hombre) | |
Inyección |
*Proporcionan protección contra Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)
Dr. Octavio Villalobos / Director de Servicios Médicos de Pro Salud, A.C.