Con la adopción de una dieta íntegra, junto a la realización de actividad física, para gozar de un cuerpo sano, adquiere mayor importancia considerar aspectos más detallados dentro de la alimentación.
Uno de ellos es la selección de endulzantes alternos al azúcar. Por lo tanto, a continuación se establecerán los criterios para contrastar y seleccionar al más apropiado para cada necesidad dentro de la lista de los más comúnmente utilizados: aspartame (sobre azul), sucralosa (amarillo, mejor conocido como Splenda), stevia (verde).
Ante todo, la seguridad de los aditivos constituye una característica primordial a considerar. En el caso del aspartame, la principal contraindicación para su consumo se encuentra para quienes padecen de fenilcetonuria (enfermedad hereditaria en la cual el consumo de fenilalanina ocasiona retraso mental) debido a su contenido de fenilalanina.
Hasta ahora no se han encontrado daños a la salud por el consumo de sucralosa, ni stevia, ambos son seguros para pacientes diabéticos y no contribuyen a la producción de cáncer, como se ha temido por algunas personas.
Ahora viene al centro de atención el potencial endulzante de los sustitutos, en comparación al azúcar. Entre mayor sea este potencial se requiere de menor cantidad del endulzante para alcanzar el sabor dulce en los alimentos. De menor a mayor se ordenan: aspartame (160-200), stevia (200-300) y sucralosa (600). En esta categoría la sucralosa tiene una arrasadora ventaja sobre su competencia.
La próxima vez que se encuentre con el dilema en elección sobre cómo endulzar un café o taza de té, sin tener el remordimiento de ingerir calorías evitables en su dieta, recurra a opciones libres de ese contenido calórico y altas en potencial endulzante, porque a final de cuentas cuidar la alimentación resulta satisfactorio para la salud y el gusto al paladar.
Dra. Carolina Gutiérrez García