Cada vez que un medicamento es administrado en nuestro cuerpo, independientemente la vía de administración (oral, en la vena, intramuscular, inhalado, aplicado en la piel, etc), éste ocasionará una reacción.
Cuando un medicamento ha sido estudiado para ser utilizado en el tratamiento de alguna enfermedad, los investigadores han analizado tanto los efectos esperados como las reacciones adversas por el uso del mismo. Los efectos esperados son la parte buena del medicamento, por ejemplo: la curación de infecciones, el tratamiento del dolor, la disminución de la presión, el control de la azúcar etc.
Las reacciones adversas son los efectos no deseados por la administración de los medicamentos estudiados y que los investigadores ya identificaron durante los estudios. Muchas veces los medicamentos estudiados producen tantas reacciones adversas o de tal severidad que algunos medicamentos nunca son comercializados, o bien, están a disposición para que los médicos las receten a sus pacientes con una serie de indicaciones específicas como no mezclar con otro tipo de medicamentos, tomar con el estómago vacío, tomar con alimentos, no mezclar con jugo de toronja, tomar antes de dormir, no realizar actividad física después de tomarla, etc.
En todos los casos es de gran importancia vigilar permanentemente cualquier reacción adversa esperada o no esperada que estas produzcan. Es por ello que el Médico al recetar un medicamento a un paciente, asume una gran responsabilidad, su receta lo describe al incluir los siguientes datos:
- Nombre del medicamento y forma farmacéutica (inyecciones, jarabes, tabletas, cápsulas, grageas etc).
- La dosis (miligramos, gramos, unidades internacionales, mililitros etc).
- La vía de administración (oral, intramuscular, oftálmico, nasal etc).
- Indicaciones específicas (antes o después del desayuno, no mezclar con alcohol, etc.).
- El tiempo que tomará el medicamento.
Al auto medicarnos, corremos el riesgo de que los medicamentos provoquen una serie de reacciones en nuestro cuerpo que pueden ser leves o incluso fatales.
Los adultos mayores y niños pueden estar en mayor riesgo al tomar algún medicamento no indicado por un Médico y esto puede ocurrir con medicamentos que son muy familiares como una aspirina o vitaminas.
Por ello, recetar medicamentos en México es exclusividad de Médicos titulados con Cédula Profesional Federal y Estatal y Médicos Pasantes de Servicio Social. Los empleados de las farmacias, no fueron formados para diagnosticar y no están facultados para recetar ningún tipo de medicamentos. Recuerde: ANTES DE DECIDIR AUTOMEDICARSE, pregúntese: ¿Cuál es el efecto esperado de este medicamento? ¿Cuáles son las reacciones adversas esperadas con su administración? ¿Cuál es la dosis recomendada para mí? ¿Existe alguna interacción con alimentos u otros medicamentos? Si no lo sabe, POR FAVOR NO SE AUTOMEDIQUE, mejor consulte a su médico.
Dr. Andrés A. Núñez Soria