Cuando se tiene obesidad o sobrepeso, bajar esos kilos de más nos ayuda a disminuir la presión arterial y si lo combinamos con una sana alimentación y ejercicio obtenemos resultados maravillosos.
No es necesario pasar horas en el gimnasio, basta con caminar. Sí, solo caminar pero de manera constante alrededor de 30 minutos al día, pero si te resulta complicado, puedes iniciar de 3 a 4 veces por semana y poco a poco tu cuerpo se acostumbrará a una rutina y así aumentarás tanto los días como el tiempo.
EL TABACO ¿AFECTA MIS NIVELES DE PRESIÓN ARETRIAL?
Los productos del tabaco afectan la presión arterial. La nicotina de los cigarros hace que los vasos sanguíneos se contraigan y que nuestros latidos del corazón se aceleren, lo cual aumenta nuestra presión arterial. Dejar de fumar o disminuir nuestro consumo de cigarros disminuye el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca.
¡CUIDADO CON LA SAL!
La sal afecta nuestra presión arterial y está asociada a la retención de líquidos en los tejidos de nuestro cuerpo, lo que también produce un aumento de la misma. Para evitarlo es necesario que limitemos el consumo diario de sal al preparar nuestros alimentos.
Para reducirlo debemos:
- Evitar usar el salero en la mesa.
- Disminuir el consumo de huevo a tres claras o menos por semana.
- Disminuir carnes grasosas y ricas en colesterol como carne res y puerco, chorizo, tocino, salchicha, yema de huevo, queso amarillo, leche entera y manteca.
Es importante revisar las etiquetas de los alimentos que vamos a ingerir, para saber cuánto sodio contienen.
Preferir alimentos como:
- Pollo sin piel, Pescado, Carnes sin grasa, Queso panela.
- Utilizar condimentos en lugar de la sal como: la canela, el laurel, el perejil, el pimentón, el romero, el cilantro, orégano, ajonjolí y canela.
- Asegurar el consumo diario de frutas, verduras y leguminosas, ya que favorecen el mantenimiento de niveles adecuados de presión arterial por su contenido en fitonutrimentos, potasio y fibra.
María Inés Guerra Rodríguez / Nutrición